A ti mi hombre sin nombre...

I

Esperare sentada bajo el sauce azul que plante en mi patio, cada primavera me acordare de ti y una sonrisa se apoderara de mi por unos momentos y después reinara la calma, el sueño vendrá e inevitablemente caeré dormida por seis meses.

Despertare después de este tiempo e iré a buscarte al lugar de siempre, al bosque de fresnos morados, para verte y tenerte hasta que la luna se presente, como pasa cada vez que vengo a verte.

Y después de eso amor mio esperare paciente otros seis meses, sentada bajo mi sauce azul que plante hace tantas primaveras como recordatorio que en algún bosque tu siempre estas presente.

II

En la habitación obscura ronda tu fantasma,
los andrajos de esencia siguen flotando,
un trozo de tu voz se quedo en el teléfono
y aun cada noche suelo escucharla.
Te has quedado en mi boca y mis manos,
en mi cama y mi sabanas,
que aun después de lavadas huelen a ti,
o es quizá la paranoia de que vuelvas a mi.
Apenas han pasado dos días
y el sueño no se apiada de mi,
el insomnio duerme a mi lado,
la luna escupe su luz en mi cara.
Y que ilusión tan vana esta de tenerte,
mi delirio se ha disparado,
no se si reír, llorar o correr,
al final se que nada te hará volver.
Que estúpida me veo en el espejo,
desaliñada, con la mirada perdida,
todo por ti, que nuca emprenderás,
sabré entender esto algún día.
Mientras tanto iré lejos,
mi mente navegara a lugares extraños,
recorreré montañas y valles,
tu recuerdo quedara en un rió.
¡Vamos entonces!
¡No hay rencores vida mía!
Que entre tu vida y la mía no hay ataduras,
libres somos como lo es la ironía,
libres de confundirnos, amarnos y mentirnos,
libres de ti y de mi.

BETZY CELIS